Duem moltes setmanes sentit opinions contradictòries i de tot signe pel que fa al futur d’Endesa. S’han emprat metres cúbics de tinta per escriure exageracions i disbarats de tota mena. I això, tant a un costat com a l’altre de l’espectre ideològic (encara que nosaltres tinguem també el cor a un o l’altre costat). D’ací que m’hagi semblat d’una gran intel·ligència i precisió el següent article d’Alfredo Abián, sots-director de La Vanguardia, intitulat “Rajoy y el capitalismo renano” que transcric (i subscric) íntegrament.
Los designios del mercado son inescrutables y aquí nos habíamos olvidado. De tanto mirar nuestro nacional Ibex 35, de tanto perder energías en debates de bajo vuelo, alguien se descuidó de observar el índice que tiene la Bolsa de Frankfurt para medir a las treinta principales empresas alemanas. Y allí aparece la hasta ayer para muchos españoles desconocida E.ON, un emporio energético cuya cotización se codea con Bayer, Basf, BMW, Siemens, Allianz, Volkswagen, Adidas y otros gigantes teutones. Pero no sólo eso. Tras comprobar atónitos que la compañía gasista y eléctrica con sede central en Düsseldorf presentó una opa para controlar Endesa, el discurso fácil, la demagogia, volvió a campear a este lado del Pirineo. Hace más de cinco meses alguien pretendía hacernos creer que Gas Natural lanzó su oferta contra Endesa guiada por obscenas pretensiones expansionistas de un gobierno tripartito que bastante trabajo tiene con aguantarse de pie. Ahora, a la inversa, quieren que creamos que E.ON no actúa siguiendo las reglas del mercado, sino por culpa del PP. Imagínense al pobre Mariano Rajoy paseando su presunta mano oculta por la cuenca del Ruhr, tratando de convencer al capitalismo renano, con sus empresarios, sindicalistas, socialdemócratas, democristianos y socialcristianos, para que compre Endesa. Suena a broma…
Josep Maria Quintana 