Llegiu i mediteu el següent paràgraf :
¿Acaso el lector corriente, ahora y siempre, se empapa de más sabiduría leyendo La República y el Banquete que la Ilíada y la Odisea? ¿Es que Hume i Wittgenstein nos hacen más sabios que Hamlet y El rey Lear? ¿O acaso, si busco la sabiduría, debería releer (muy a regañadientes) a Foucault hablando sobre el poder y el sadomasoquismo, en lugar de En busca del tiempo perdido de Proust? Las preguntas son absurdas: competir con Homero, Shakespeare y Proust es una batalla perdida a no ser que seas Esquilo, Cervantes y Joyce. Platón es único entre los filósofos porque, como dijo Ejerson, “se ha hecho con los derechos de autor del mundo”. No obstante, Homero es el mundo, y no admite que se queden con sus derechos de autor.
Harold Bloom, “¿Donde se encuentra la sabiduría?”
Editorial Taurus, Madrid 2005