Tres opinions diferents sobre l’Estatut de Catalunya

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ÁNGEL ACEBES, Secretari General del PP.

Madrid. (EFE).- El PP ha exigido hoy que el nuevo Estatut se tramite en el Congreso como una reforma constitucional, que exige una mayoría de dos tercios de la Cámara para su aprobación, en lugar de la absoluta que requieren las reformas estatutarias.

El secretario general del PP, Angel Acebes, ha adelantado además que, en el caso de que el Estatut catalán se tramitara como una reforma estatutaria, su partido reclamará que el presidente del Gobierno disuelva las Cortes y convoque elecciones antes de que el Congreso decida la admisión a trámite del texto aprobado por el Parlamento catalán.

“Los ciudadanos españoles deben ser consultados antes de que el Congreso tome decisiones irreversibles” ante un “proceso de separación territorial”, ha asegurado Acebes.

El dirigente popular ha subrayado que el texto catalán contiene “al menos” 50 puntos inconstitucionales, y ha agregado que la aprobación hoy del Estatut “es un paso decisivo a una nueva relación de Cataluña con lo que ellos llaman España” -en referencia a ERC- y “es lo más parecido y reúne todos los requisitos de la libre asociación”.

Ha señalado que “por primera vez en las páginas de nuestra historia asistimos a que un presidente del Gobierno ha azuzado a una comunidad autónoma para separarse de España”, y ha añadido que el Estatut supone una “ruptura del consenso constitucional”.

JOSÉ ANTICH, Director de La Vanguardia

Como en las mejores películas de suspense, tan sólo hubo acuerdo entre los tres partidos que forman parte del Govern -PSC, ERC e IU- y Convergència i Unió en el último momento. Pero lo hubo, que es lo más importante, y Catalunya tendrá después de la sesión parlamentaria de hoy un proyecto de nuevo Estatut que se enviará a las Cortes para su posterior discusión. Ylo hará como siempre lo ha hecho: con un acuerdo parlamentario muy mayoritario en Catalunya. Un total de 120 diputados de los 135 que tiene la Cámara lo avalan y cuatro de los cinco grupos parlamentarios lo suscriben. Bueno es recordarlo. Sólo el PP se queda fuera del acuerdo, cosa que ni siquiera sucedió en 1979 con sus antecesores de Alianza Popular. Es muy posible que sin la tozudez política de Pasqual Maragall este Estatut hace tiempo que habría descarrilado. También sin los sacrificios que en muchos momentos ha tenido que hacer Carod-Rovira. Pero hay que elogiar la actitud del líder de CiU, Artur Mas, que ha defendido hasta el límite las posiciones de la federación y al mismo tiempo ha encontrado el punto de acuerdo con la actual mayoría. Decíamos ayer en nuestro editorial que de CiU dependía y la federación que ya lidera Mas ha sabido estar en su sitio. Si la aprobación del Estatut tenía algo que ver con el futuro político de Maragall o de Mas, el primero consigue su objetivo pero el segundo también y ambos salen tremendamente reforzados.

FRANCESC DE CARRERAS, Catedràtic de Dret constitucional, exmembre del Consell Consultiu de Catalunya

Los partidos del tripartito – valga la redundancia- se subieron hace casi dos años en una bicicleta y empezaron a pedalear. Todos juntos, prietas las filas, el que piense no sale en la foto. ¡A por el Estatut! “¿Será el Estatut de Maragall?”, se preguntaban inquietos, a su vez, los convergentes. “No puede ser, ¡el Estatut es nuestro, es de Catalunya!”, gemían apesadumbrados y envidiosos. Pero, finalmente, tras un vodevil muy bien llevado, Artur Mas parece que se está saliendo con la suya. El chico aplicado del Liceo Francés está resultando más listo de lo que esperaban los chicos de la bicicleta. Por supuesto, lo que se está aprobando es el Estatut de Mas y de Carod-Rovira. Los muy hábiles han utilizado a los socialistas catalanes para salirse con la suya. Han ganado.

De momento, los convergentes no se han subido a la bicicleta. Allí van pedaleando Iceta y Manuela de Madre, esforzados Poulidors, al frente del pelotón nacional. Prietas las filas. Pero llegará un día en que no los van a necesitar y a la bicicleta se subirán los otros. Anquetil siempre ganaba. Pero de momento están en la Generalitat, pisando las mullidas alfombras del poder. Ande yo caliente. Telefoneo a un amigo de la calle Nicaragua. “¿Cómo van los ánimos?”, pregunto. “Bien, muy bien, creo que tendremos Estatut, está al caer”. “Pero, y en Madrid, ¿qué van a hacer en Madrid?”. “Ah!, éste no es nuestro problema. ¡Qué se arreglen los del PSOE!”. Je, je, me parece oír antes de colgar.

(Les tres opinions s’han extret de La Vanguardia (30.09.05)